jueves, 15 de noviembre de 2018

COPLAS A LA MUERTE DE MI HERMANO


COPLAS  A LA MUERTE
DE MI HERMANO

JOSÉ LUIS GONZÁLEZ CORRO

18-02-1950  +15-10-2010

Comenzaba el estío y
El mundo se abrió a mis pies,
De los labios de tu hija
Aterrado yo escuché,
Que te quedaban tres meses
Que a lo sumo serán seis,
¡Que crueldad de la vida!
Cuando el júbilo preparas
Después del duro bregar,
Un cangrejo miserable
Te pone el punto y final.

Y a partir de este momento
Seguiré yo este relato
Aunque no tenga recursos
Para hacerlo tan hermoso
Como merece mi hermano

Cerca del Espigüete,
Aquí en la villa de Guardo,
Vimos la primera luz,
Y ahora tú te irás hermano
No se cuando lo haré yo
Pero no será lejano

Y cuando eso suceda
Mis cenizas volarán
En los Campos de la Peña,
En Corcos y en San Miguel.

No veo mejor lugar
Que sitio tan elevado,
Que sin duda puerta es
Del  descanso anhelado.

Y si el descanso no alcanzo,
Al menos yo volaré
Por los montes de mi Guardo
Acompañándote a ti,
Y a todos nuestros paisanos.

No parece vanidad
Anhelar la eternidad
En el lugar más amado.

Es muy triste depender
De una fecha fija y cierta
Y fenecer.

Y si miro para atrás
Y veo que no has vivido
Los gozos que otros tuvimos

Sin dudar debo pensar
Que la vida no fue justa
En tu lugar.

Pero más terrible es
Hacerme el bobo y callar
Cuando te oigo decir
Que pronto te curarás

Y sentirme tal cuan Dios
Conociendo de antemano
Que la muerte te llevará,
Sin darte tregua, hermano,
A descansar.

Un “ruco” de Almanza
Fue eslabón de tu linaje,
Que te precedió en el viaje
A manos de unos salvajes,
Que so pretexto primero
De salvar al paisanaje,
Se envolvieron en el traje
De un caudillo infernal,
Que a nuestra España sumió
En contienda fraternal
Todo para acabar muy mal,
En un gran baño de sangre.

A tu abuelo fusilaron
Por ser hombre cultivado,
A tu tío, libertario, despeñaron,
A tu padre, por menor, salvaron.

Nos arrancaron sus vidas
Forjando nuestra indigencia.
Unos, por valer muy poco,
Por muy bajos y vencidos,
Otros que, por practicar,
Los oficios prohibidos,
Se mantienen en mandar,
En España… su solar.

Quien vence escribe la historia
Pero no pueden callar
Los ecos de la memoria
De los que vieron morir
A sus padres, a sus hijos,
Dejando huella indeleble
Y el espíritu rebelde
De quien la vida empleó
En poder compaginar
Igualdad con libertad

Al garrotillo venciste,
Mas nuestra madre entendió
Que obrado por Santa Rita
Un milagro te salvó.

Viviste como quisiste,
Protegido por los padres,
No tuviste ataduras.
Yo viví mas controlado,
Era el listo y resabiado,
Tú el torpe asilvestrado.
En mi soberbia entendía
Que para poco valías.

Un Caín para ti fui,
No te dí con la quijada, pero,
Cuando más falta te hacía
Pudiendo como podía
Yo nada hice por ti.
En mi torpe razonar
Me parecía indecente,
El apoyar yo a mi gente.

Cuando volví a tu lado,
Cuenta me di de mi error,
Pude triunfar en la vida
Pero en vivir día a día
Tú ganaste más que yo,
Tuviste el cariño de todos
Y yo despejé mi error…
Fui un simple perdedor.

Hace más de cinco siglos,
El vate Jorge Manrique,
A la muerte de su padre
Unas coplillas cantó.

Nadie recuerda a Rodrigo,
Gran maestre de Santiago
A quien el hijo elogió,
Pero a quien cantó sus gestas,
El verso inmortalizó.

En la muerte de mi hermano
Emularé yo a Manrique,
Pues mi dolor no es menor,
Aunque sea yo un alfeñique.
Más no quiero que mis coplas
Sirvan un día lejano
Para recordarme a mí,
Olvidando a mí hermano.

Invocaré yo a los dioses,
Y a poetas y escritores.
Invocaré a la verdad
De una vida que al final,
No supimos valorar
Hasta que ésta se va.

Muy grato seria pensar,
Que la vida es camino
Con una meta final,
Que puestos en el camino
Siempre se llega al lugar,
Donde todo es muy hermoso
Y podremos descansar.

Más no se debe olvidar
Que el camino no es eterno
Y todo tiene un final,
Que por mucho que camines
De pronto te pararás.

Alguno puede creer,
De acuerdo con cierta fe,
Que al cielo puede acceder
Por su condición humana,
Porque Dios se humanizó
Para librarnos del cieno.

Pero no reparan ellos
Que la Gloria solo existe
Para el servidor del siervo,
Que amar a Dios vale poco
Si no se ayuda de aquello.
El que ama al enemigo,
Más cercano está de ello.

Si estuviera en nuestra mano
nuestro espíritu glorioso,
como podemos hacer nuestro
Cuerpo vigoroso.

¡Que diligentes y prestos
Seriamos a todas horas!
Librando al alma cautiva,
Dejando a la muerte altiva,
Descompuesta y aburrida.

Más diligencia no basta,
Es cuestión de caminar,
Con presteza, en línea recta,
Y no variar.

Bien poco deben valer
Los anhelos terrenales,
La vida toda empleamos
En lograrlos, y cuando,
Al fin, los alcanzamos,
Nos sentimos defraudados,
Mudando nuestro interés
A otros bienes mundanales,
Cuando solo en realidad
El transcurso de la vida
Nos puede bien demostrar,
Que nada vale al final.

Nunca tuviste fortuna
En tu vida ni en tu hacienda,
Enviudaste muy temprano
Quedando muy ocupado
Con dos hijos a tu cargo.
Que ahora acompañarán
A depositar tus restos
En la fosa, con tu esposa.

La vida pasa deprisa,
Y ahora podrás gozar
Por toda la eternidad
Lo que el tumor infernal
Rompió entonces sin piedad.

Terrible casualidad
Que la vida terrenal
Truncada por aquel mal
Se revierta en eternal
Ahora del mismo modo.

No tuviste mas placer
Que el del humo hechicero
Que a unos llena la bolsa
Y a otros…, manda a la fosa.

Mas los placeres de acá
Son ligeros como el humo,
Se escapan entre los dedos,
Y cuando parecen ciertos,
No miramos nuestro daño,
Nos lanzamos desbocados.

Atajos a la gloria parecen,
Pero son una celada
Urdida por la canalla,
Y cuando vemos la trampa
Y queremos dar la vuelta,
No ha lugar.

Ya no hay reyes poderosos 
como en las eras pasadas.
Mas los señores grandiosos,
Que hoy nos enseña la tele,
Creen estar bien al margen
De las penas de la gente.

Pero muy a su pesar,
La muerte con su guadaña
No les hace distinciones,
Siega y siega por igual

Las cabezas de los pobres
Y de los grandes señores 

Tu no tienes quien ensalce
Los honores de tu grado.
No hiciste actos famosos
Que no fueran tu trabajo.
Más… nadaste en el Carrión
Con la fuerza de un tritón
Como el mejor campeón
Que aquellas aguas surcó.

No mataste sarracenos,
Para quitarles sus tierras,
No robaste sus caballos
Ni usurpaste sus haciendas.
No te otorgaron honores
No fuiste conde ni noble
Producto de grandes gestas.

Amigo de tus amigos,
benigno con enemigos
razonable con tozudos,
con los bravos y dañinos
¡un ciclón!

A lo que si te atreviste
Fue a sentarte en la tajuela,
Para limpiarle las botas
Al que así lo pretendiera,
Había que tener valor
Para ganarse la vida
Con tan baja profesión.

Fuerte como un león eras,
Más tan solo en un momento,
La fuerza te abandonó.
Temprano te has convertido,
Hermano en un anciano,.

Tu semblante imponente,
No impresiona ya a la gente.
Todo parece el final o,
Acaso tu voluntad,
Pudiera vencer al mal
Y volver todo a empezar,
De repente.

Solo un milagro podría
Vencer al horrendo mal
Retrasando ese día
En que todo acabará

Ahora, mientras espero
Que todo se arregle, sueño,
Y mi sueño es anhelo
Para evitarme este duelo.

Es muy triste esperar
Viendo a tu hermano enfermar,
Cada día mas y mas,
Sin poderlo remediar.

Y a sus hijos sin consuelo,
Y a tu madre sollozar
Mientras reza sin parar,
Para poder evitar
El tan terrible final.

Quizás el río Carrión
No arrastre nuestra tragedia
Y así no acabe en el mar
Que es la muerte.

Que tu vida y la mía
Sean semillas fecundas
Que frutos hagan brotar
De bondad y libertad
En nuestros hijos queridos,
Que ese es camino seguro
Hacia la eternidad.

Piensen los que nos sucedan,
que miren atrás y entiendan,
Que el saber y la cultura
Son en si una estructura
Que nos une al pasado
Pero cimienta el futuro.

Que la vida pasa y mueres
Pero no es ese el final,
si aprendemos de los otros
Y no perdemos el tiempo
En ciegos vanos y placere
llegaremos a entender,
que todo tiempo futuro, 
es mejor…

Y así han pasado los días
Y ahora se confirmó
Que solo cien días
Ha durado mi agonía
De ver finalizar tu vida
Según mi relato anterior.

No creo en el mas allá,
Aunque la muerte sea cierta
Tú no has muerto hermano,
Mientras viva nuestra estirpe
Tu estarás a nuestro lado.

Aunque poco crea yo,
Una oración por tu alma
No te perjudica a ti
Y consuela mis entrañas

¡HASTA SIEMPRE HERMANO!
ELOY GONZÁLEZ CORRO
15-10-2013

2 comentarios:

  1. Lo siento mucho, Eloy.
    El sabe, desde dónde esté, que tu
    lo recuerdas siempre.
    Bendita sea su memoria.

    Un abrazo

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  2. Paso a dejarte un abrazo, Eloy,
    espero que estés bien.
    ¿vuelves?

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